El sol transforma en monedas mi cabello,
las nubes inhalan mi humo,
una mujer hurguetea el paisaje buscando indicios de engaño…
¡Señora, usted ni se imagina!
y eso que ni los romanos pasaron por aqui,
los árboles no me engañan con sus sonrisas germinales
ya se que lo saben! y así y todo,
me hacen una reverencia cuando paso por su lado.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment