3.12.2010

Terremoto y tsunami en la conciencia


El terremoto y tsunami que ha sacudido a mi país nos tiene a todos trastornados, llevamos casi dos semanas desde el magno evento y no ha parado de haber réplicas fuertísimas, alarmas de tsunami y predicciones de diversa índole, llámese científicas, chamánicas, de videntes, galletas de la fortuna y otra gran cantidad de mensajes depositados y circulantes en las diversas redes sociales, que alarman a la población respecto a un nuevo incidente que será similar al acabo de mundo.
La mayoría anda espirituado sintiendo que tiembla, o le tiemblan las piernas, la barbilla y la voluntad, he visto casos patéticos de descontrol, aunque debo admitir que la experiencia es bastante fuerte y todos los relatos que he escuchado tienen en algún lugar la frase "pensé que aquí se acababa todo" hasta los más ateos sintieron esa fuerza mas allá de toda comprensión que algunos llaman Cosmos, Dios, Gaia, Yo Superior, Loki, Maitreya, Zeus, OMG!!! y se cuestionaron aunque sea levemente sus vidas en horas posteriores al desastre.
Se ha levantado Chile, una vez más los ciudadanos salen a las calles bajo el slogan "Chile ayuda a Chile" que país mas parado en la hilacha ¿no? nos ayudamos entre nosotros, la solidaridad está impresa en nuestro código genético de una manera singular y notable. Jóvenes, viejos y viejas aportan desde lo que les es posible, se abrieron centros de acopio, se organizaron viajes a diferentes escalas a las zonas afectadas para entregar esa gran bendición llamada AYUDA, quien sabe cuanto tiempo nos cueste como país sobreponernos a esta desgracia, los daños son cuantiosos, pero el estigma más notorio que ha quedado, incluso en aquellos que como yo, no hemos perdido materialmente nada, es el estigma que se produjo en el imaginario colectivo al ver inmensas zonas devastadas, la disonancia congitiva que genera el salir cada día a trabajar en un mundo que no para de ser competitivo y materialista, contrastado con esa otra realidad que pide agua, alimentos y abrigo, volviendo a lo primordial, contentándose con ropas usadas, lo que llega de comida y valorando el agua como siempre debió ser.
Grandes y duras lecciones, entre temblor y temblor nos cuestionamos nuestra finitud, nuestra impotencia y verdadera condición humana, somo un alfilerito diminuto en un macrocosmos, sujeto a fuerzas fundamentales que nisiquiera logramos comprender a causa de nuestro ego-ísmo.
Tanto desastre en el mundo, pensamos que se acaba sumamos 2+2 relacionando los hechos actuales con los vaticinos descritos para el 2012, cuando en mi opinion personal, este mundo está dejando de existir hace harto rato, pero no de la manera que la gente se imagina "ese" fin de mundo descrito en los textos sagrados, donde queda la cagada y todo el mundo es condenado por su maldad e inconsciencia, no, esto es diferente, se trata de un cambio profundo en la calidad del SER HUMANO, entiéndase como ser-humano, con esto hablo del devenir del hombre en la tierra, de volver a la esencia del ser, abandonando el "tener" como vehículo para existir.
En fin, por el momento conviene tomar las cosas con calma, no apresurar conclusiones, todos estamos afectados, mas sensibles, irritables, enfermizos incluso algunos, paranoicos otros, tenemos que esforzarnos por mantenernos razonables y actuar de manera moderada.

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