7.10.2010

Encuentros y desencuentros



Algunas veces, nos quejamos de que nuestras vidas no son lo suficientemente felices, sin embargo, generalmente eso sucede porque nos encontramos encerrados en nuestro miserable mundillo, sin darnos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, y sin ver realmente a aquellas personas que van y vienen, viviendo en mundos paralelos al nuestro.
Basta con que abramos un poco más los ojos, la mente y el corazón para llegar a establecer alianzas significativas con aquellas personas a quienes conocimos hace mucho y nos reencontramos súbditamente, incluso pajaroneando en la esquina de la calle donde trabajamos, como puestas por algún designio superior ahi, en ese lugar y momento justamente para que el encuentro sea exitoso, sería de manual de dummies explicar lo que se hace en esos casos.
En fin... si alguna vez le ha pasado, no lo dude, establezca contacto, no se haga el weón pensando que tal vez no lo recordarán, pues hasta una rata memoriza un laberinto, ¿por qué un humano tendría que olvidarlo a usted? ¿tan insignificante se cree? lo más probable es que se lleve una sorpresa, que esa persona, si lo recuerde o, tal vez no, pero usted sin duda si lo recuerda y eso ya es material suficiente para conversar un par de minutos y, por que no? establecer un futuro encuentro... eso puede desencadenar en miles de desenlaces posibles, puede ser un fiasco, puede que de pie a una relación de amistad, de compadrazgo, de complicidad, de sinergia técnico-profesional, incluso puede ser el punto de inicio de una bella relación, cuando no, un momento de desahogo con una persona a la que tal vez no volverá a ver por largos años nuevamente.
Sea cual sea el desenlace, usted podrá sentirse expandido (cosa no muy cotidiana lamentablemente), ya sea por la alegría de sentirse re-conocido por el otro, o por lo que produce compartir intereses, hacer catarsis hablando de lo suyo, potenciar sus ideas y alimentar a sus hijos intelectuales, compartiendo con alguien que piensa similar a usted o que por lo menos valora sus razonamientos (cosa que reconforta bastante), si el otro lo desconoce en un principio, no se preocupe, la memoria está ligada a hechos y emociones, si recrea con suficiente habilidad aquellas escenas del pasado en que compartió con esa persona, tarde o temprano lo reconocerá y usted habrá conseguido un doble mérito.
En fin, el punto central es el encuentro, y paralelamente su gemelo oscuro, el desencuentro... cuando nos encontramos, nos damos cuenta del desencuentro que dio lugar a ese encuentro (valga la redundancia) y, es increible ver de manera más o menos objetiva lo que es el desencuentro en sí, pues posee ciertas leyes propias. El desencuentro se produce cuando no estamos preparados para un encuentro verdadero (por falta de méritos), entonces la vida hace que de alguna u otra forma perdamos el contacto, pero si realmente esa persona vale la pena, se nos aparecerá en otro punto del espacio - tiempo de nuestras vidas, y tenemos que aprovechar esa oportunidad para descubrir el por qué de ese re-encuentro o potencial re-encuentro, pues vamos! ya no somos niños y si hay algo que se aprende en la vida, es que las cosas no son azarosas, ni casuales, sino "causales".
Si, causales, eso implica un efecto, hasta un chico de secundaria sabe que a toda acción hay una reacción, pues lo que planteo, se basa en el mismo principio, pues si conozco a alguien aunque sea muy básicamente y luego me lo re-encuentro, eso por lo menos despierta en mí una serie de recuerdos respecto a esa epoca en que compartí con esa persona, el estado en que me encontraba yo, respecto al estado actual y asi una serie de derivaciones y divagaciones existencialistas que de verdad no estoy segura de que solo existan en mi mente.... porque después resta pensar además, en todo el tiempo que transcurrió entremedio, y las cosas que me han pasado a mi y al otro en ese periodo. Créanme, si lo toman asi, es heavy!!! por lo menos revelador.

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